01.Resentimiento
- Vendrás conmigo esta vez, Chile. No debes estar encerrado acá todo el tiempo. Además, ya no tienes por qué seguir enojado con España. Tienes 200 años, estás grandecito para este tipo de cosas -
Mi jefa es muy tierna a veces, pero otras se porta como una odiosa mamá. ¿Cómo voy a querer juntarme con España? Habrán pasado 1.000 años desde mi independencia, pero yo aún tengo temas pendientes con él y un odio todavía arraigado (es odio y no rencor). Si mi jefa lo supiera, la verdad es que no estaría animándome a entrar en contacto con él ¿Por qué la gente ya no lee los libros de historia?
La miro fijamente. Es verdad; ya casi se va y probablemente no regrese a la jefatura nuevamente, tan ciego no soy. Lo medito por un momento y asiento con lentitud.
- Está bien jefa, sólo iré porque esta es su última visita y va con el futuro jefe - Contesto. Siendo honestos, el hombre que me tocará en suerte como jefe me produce un poco de desconfianza y no quisiera dejar a la gordis solita con él. No esta vez.
La jefa se pone contentísima y me da una palmadita en la espalda como señal de aprobación y alegría. Apresurada, abandona la habitación y me deja solo. Yo sigo sentado en mi sillón por un buen rato, preguntándome si esto será una buena idea. Después de todo si me voy a los puñetes con España no me sorprendería. "Le detesto con toda el alma después de 200 años. Las cosas que me hizo mientras fui su hermano menor las llevo grabadas en la memoria y en la piel", reflexiono mientras me acaricio la panza. Masoquistamente me levanto la manga del polerón y miro las marcas en mi muñeca izquierda. A pesar de todo este tiempo aún quedan señales de la esclavitud a la que me sometió un poco antes de lograr mi ansiada libertad. No temo decir que sudé sangre y vida para poder respirar, España fue cruel conmigo y los sacrificios a los que me sometí fueron arduos, porque tras dejar de ser su hermano él buscó por todos los medios poner a Perú en mi contra...
Y hasta cierto punto el tiempo también conspiró con España para conseguir este cometido, aunado a mi propia estupidez.
Los preparativos empiezan con frenesí. Estamos atrasados para variar, así que alisto mi maleta con lo primero que pillo en el closet. Hace mucho tiempo que no voy a casa de alguien más, me siento cómodo acá ¿para qué salir de mi búnker?, por eso tengo jefes, para que vayan poniendo las sonrisitas hipócritas por allí y obtengan las cosas que nos hacen falta, mientras yo me quedo acá y me ocupo de mis propios asuntos.
La jefa va eufórica en el avión e intenta contagiarme su optimismo sin éxito. No estoy contento y ahora no haré el esfuerzo de parecerlo.
- Anímate. Llegó el momento de arreglar tus temas con España, no creas que no he notado tus cicatrices - Me dice de repente, sentándose a mi lado en el avión - Como te dije ya estás grande y es momento de que enfrentes como tal tus problemas. Amargarte y enfurruñarte no sirve de nada. Guardar más rencor te hace daño a ti y a los que te rodean -
Miro a mi jefa porque sé que ella sabe de lo que habla.
- Jefa - Comienzo tratando de parecer serio - Sabes que le sacaré la cresta a España si lo veo ¿para qué me llevas? Es inútil creer que me llevaré bien con él, le odio, me hizo cosas terribles, ha dejado cicatrices que no se borrarán mientras yo exista. Yo no quiero reconciliación, como tú quieres, ni paz. Yo quiero venganza, quiero guerra -
- Lo sé, sin embargo tú no tienes derecho a seguir pensando en ti. Hay gente que depende de tus acciones, hay deberes que tienes que cumplir te guste o no te guste, Chile. Y para sacar ese odio debes dárselo a quien lo merezca. Hace años ya que te portas como un perro rabioso, lanzándole mordiscos a todo el que se te cruce por delante, sabes que has dañado a Perú de forma injustificada y todo esto viene de esa rabia que le tienes a España ¿Dejarás que esto termine de envenenarte y agostar tus fuerzas? ¿No tienes ya otras cosas más importantes de las cuales ocuparte? -
- Insisto: Le sacaré la cresta a España en cuanto lo vea - repito, amurrado.
- Ya, sácale la cresta, pero termina con esto de una buena vez- Me responde ella, perdiendo un poco la paciencia. - Pégale y haz lo que te corresponda hacer. Pero júrame que le pegas y ya está -
- No prometo nada a nadie, las promesas son una tontera-
- Tomaré eso como una promesa-
- adasdasfasffffffasf...-
- Yo también te quiero, cielo - Replica ella con una enorme sonrisa.
ajfadgfoqefeofhpqef
Odio cuando hace eso.
Me duermo durante el resto del viaje. No quiero hacer nada más, pensar duele porque hay tantas cicatrices. Aún así no puedo evitar el soñar con aquellos agridulces años dependiendo de él.
España llegó a mí en oleadas. Una vez vino tímidamente, me vio y se marchó decepcionado, pero al tiempo regresó dispuesto a tomarme y hacerme parte de él. A diferencia de otros como yo, las intenciones de España no eran del todo bondadosas. Era yo muy pequeño y desubicado, antes de él vino Inca a tomarme como una especie de alumno suyo, pero yo apenas le prestaba algo de atención, mi corazón estaba entonces dividido entre muchas cosas, admito que nunca he tenido tiempo de pensar con claridad quién soy ni en qué ando. España entonces vino a mí y dijo que necesitaba ser más educado y finalmente crecer.
- El desorden en tu cabeza ayuda al desorden en tu casa y en tu vida. Ha llegado el momento de que te ordenes, Chile - Me dijo. Yo no le presté mucha atención, Inca dijo exactamente lo mismo y no pasó nada de nada, así que le permití andar por donde quería sin mayor resistencia; Mapuche se encargaría de echarlos como hacía con todos los demás. Por cosas de la vida, España estuvo siempre muy determinado a quedarse conmigo, así que acomodó sus cosas en el patio de atrás y armó su propio hogar. Así, antes de notarlo siquiera, yo vivía en mi modesta casa mientras él armó un palacio y una ciudad justo frente a mi nariz.
Las cosas comenzaron a ir mal.
Antonio estuvo empeñado en todo momento en que yo debía estar educado y ser obediente; para él era la única manera de poder organizarme y definir mi identidad. Me tomó como quien toma a un perro y le enseña todo, desde dónde dormir hasta en qué creer. Me llevó a la iglesia y me enseñó su religión, me hizo trabajar en cosas que él consideraba productivas y poco a poco me fui transformando en un siervo, ese que le daba constantes dolores de cabeza. Se volvió impaciente con asombrosa rapidez así que un buen día me impuso el primer castigo. Yo resistí al comienzo cada imposición, cada penalización, sin embargo mi vaso se colma pronto, Mapuche me hizo entender que sólo así la gente te toma atención y tiene cuidado contigo. Nunca fui pisoteado hasta que conocí a España.
- Benjamín - Me llamó por el nombre que él mismo había escogido para mí - No comprendo por qué eres así -
- Así ¿cómo?-
- Insolente, respondón. Tomas todo lo que te enseño como si fuera una charada, lo olvidas, te dedicas a la pereza y nunca entiendes que yo estoy alimentándote y dándote lo que necesitas para poder vivir en paz-
- Debes comprender que yo no soy una cosa, sino que soy algo mucho mayor, Mapuche ya te ha dado lecciones sobre quién eres y cuál es tu lugar en mi casa, sin embargo tú insistes con tu soberbia, España. No hago nada más que ser yo mismo. Si, puedo ser orgulloso e insolente, pero Mapuche me mostró que doblegarse fácil no es la solución a esto que me has impuesto-
- ¿Y qué es lo que te impuse?- Me preguntó sorprendido de mis palabras.
- La servidumbre. He aprendido de ti lo que quiero aprender; tu idioma y tu forma de expresión, pero lo hice para poder explicarte un día que yo no soy nada tuyo y que seré libre alguna vez. No me agradas Antonio y no te tengo respeto ¿Cómo hacerlo si tú mismo no me respetas? -
- Ya veo que Francia ha empezado a meterte cosas en la cabeza. No es bueno que me hables de esa forma ¡Soy tu hermano mayor! -
- Eres el amo que cree que tiene esclavos, pero no tiene nada. Mi sangre bulle buscando mandarse sola, contra eso nunca vencerás -
Antonio rió a carcajadas.
- Tu sangre - Musitó mirándome con sus ojos esmeraldas llenos de indiferencia - Hace mucho que tu sangre ya es mía también ¿No has notado cómo vas pareciéndote cada vez más a mí? Te has vuelto un mestizo y a los mestizos hay que educarlos, sino se sublevan y se ponen sediciosos - Se acercó a mí todavía más y me tomó por un brazo con inusitada violencia - Tú no serás así, tienes que aprender a respetar y ser obediente...-
Fue la ocasión en que me trató con mayor desdén antes de la guerra.
- Manuel... ya llegamos, despiértate-
La gordis, tan nanai como siempre. Me desperezo y voy con ella a todos lados tras bajar del avión, sin embargo no tengo interés en las cosas que me está mostrando. Finalmente he llegado a la casa de Antonio, el lugar que evadí por siglos; mi corazón hierve de ira, sólo quiero verlo para reventarle la cabeza.
- ¡Hola Chile! -
Siento esa voz conocida a mi espalda junto a un escalofrío. Me volteo lentamente, mientras mi jefa sale al encuentro de Antonio para evitar que me le vaya encima. Lo odio; odio su cara, su sonrisa hipócrita ¡el salvador de Romano! si todos recordaran lo cruel que fue conmigo y el continente entero no estarían tan alegres ni cariñosos con él. Francia aparece en el cuadro, se acerca y me ofrece un abrazo.
- No lo hagas acá - Murmura contra mi oído - Cálmate y aguanta un poco; yo te diré dónde y cuándo -
Francia sabe, él todavía se acuerda porque no necesité decir nada, ni mirarlo siquiera.
Es bueno saber que aún tengo a alguien que recuerda.
- Jefa, lléveme al hotel -
- ¿Hotel? ¡Qué eres loco niño! te dije mil veces que nos alojarían acá. No iremos a un hotel, precisamente - Me comenta sin desarticular su sonrisita de póster.
CTM!!!!!
Gordis brujita, no me dijiste una mierda sobre eso, yo no quiero quedarme en casa de Antonio. Francia me hace señas y me doy cuenta: Podré moretearlo a gusto cuando llegue la noche.
¡Le voy a sacar la chucha a ese weón imbécil!
****
- Benjamín...-
- No. Dime Chile o Manuel, nunca me ha gustado Benjamín- Francia se ha tomado un descanso entre las actividades diplomáticas para invitarme a tomar algo. Estamos en una cafetería cualquiera, la gente española pasa a nuestro lado y no nos reconoce; somos como otros turistas nada más. Agarro mis cigarros y me enciendo uno con parsimonia. Francia parece escandalizado.
- No fumabas cuando nos conocimos - Comenta mirándome con algo de nostalgia en la cara.
- Obvio. Antonio no me dejaba hacer ni eso - Le reviro, estirando las piernas para recostarme en la silla blanca. Me he soltado el cabello y sobre mis hombros cae una melena castaña que rivaliza en largo con la de Francis - ¿De qué quieres hablar? ¿Te arrepentiste de ayudarme con Antonio?-
- No, no me he arrepentido, si tanto te asusta -
- Asustarme ¿a mi? Me la puedo solito, gracias -
- ¿Por qué guardas todo ese rencor dentro de ti? Eres libre hace ya mucho tiempo, deberías superarlo -
- ¿Superarlo, Francis? ¿Tú has superado la muerte de Napoleón, acaso? - La cara se le desfigura y yo me siento orgulloso de mostrar mi punto- La gente del sur no es como Estados Unidos, que se soba la pierna y sigue engullendo. Es el problema de los europeos, de todos ustedes - Me doy el gusto de apuntarlo con mi cigarro - Creen que el tiempo hace olvidar las cosas que pasaron con Latinoamérica, que porque les vendemos o aceptamos sus regalos la ira se fue y somos todos hermanitos felices sin que siquiera se esforzaran en pedir una disculpa. No. Usamos sus cosas porque nos hacen falta, porque si pudiéramos producirlas, los mandaríamos a la cresta.
>> Depender de ustedes es una afrenta para muchos de nosotros todavía. ¿Tienes idea del impacto que Europa causó en Latinoamérica? ¿Recuerdas a Haití? ¿Entiendes lo que Antonio nos hizo a Argentina y a mí? ¿Lo que hizo con México, cómo nos usaron para sus ridículas guerras una y otra vez? Fuimos unos estúpidos al no darles una patada en el poto antes.
>> España llegó a México y éste se le entregó creyendo que con él venía a salvarlo su dios ¿lo tomó como a un hermano menor, para protegerlo? México le dio su vida y su tierra, sólo para que España lo pisoteara y después le quitara toda la riqueza. España avanzó por mi tierra buscando oro ¿puedes creerlo? las enfermedades que trajo a bordo de sus inmundos barcos casi exterminaron a los que vivíamos allí antes. Inca desapareció masacrado, Azteca fue sacrificado por el hambre de la riqueza; si Maya no deja sus construcciones nos habríamos olvidado de ella, sin contar a tantos otros que quedaron en el camino. Mapuche resistió y aún resiste contra mí, tratando de ser un país y revertir el destino que devoró a sus compañeros. Esta rabia también es culpa tuya, culpa de Inglaterra, culpa de Portugal. Ustedes cuatro llegaron a mi tierra y la redujeron a la esclavitud, obligándonos a renunciar a nuestra antigua cultura, a nuestros dioses, todo lo que éramos. Dime Francis ¿valió todo lo que nos hicieron la pena? Por lo menos puedo decir de ti que en algún momento abriste los ojos y supiste que lo que hacías estaba mal, sin embargo jamás he oído una disculpa de tu boca, se independizaron tus hermanos menores y a su suerte les has dejado, te olvidaste de ellos y de casualidad ves a Canadá cada eclipse. ¿No se supone que ustedes eran los sabios? Estudiando después descubrí que en nosotros reprodujeron sus viejas heridas ¿Crees que eso es normal? ¡Eran nuestros hermanos mayores! ¡Dijeron que nos cuidarían! Ahora estamos reducidos a este modelo por el cual se mueve el puto mundo, aplastándonos los unos a los otros sin poder evitarlo porque es todo lo que sabemos hacer.
>> ¿Cómo pretendes que yo me atreva a superar este asunto? Miro a mi alrededor y entiendo todo el odio que corre de un lado a otro, la pobreza, la esclavitud "libre" en la cual nos sumergimos porque ustedes tenían el dinero, me chorea, me dan ganas de sacarles la cresta a cada uno de ustedes, atarlos con grilletes y someterlos a esos horrendos vejámenes. Los odio, Francis, los odio a todos. No tengo identidad porque se pasean por mi casa llenándome de weás que no sé ni para qué sirven, me cobran la luz, el agua, todo... Sólo estoy más y más perdido y veo a mi pueblo y está gris porque trabajan todo el puto día para que tú saques un vino de tu cava y te des la gran vida. ¡Weón! ¡Qué ganas tengo de aforrarte a ti y a ese maricón hueco de Antoniooooo!-
Me llevé las manos a la cara y me tapé los ojos para tranquilizarme un poco. La rabia me come vivo cada vez que recuerdo esto. Ha habido tanta violencia (y aún la hay) y la única weá que quiero es que todos se vayan a la mierda de una vez por todas y me dejen tranquilo a mi y al resto de los chicos. Mientras más entiendo el por qué estamos así más ganas tengo de matarlos a todos.
- No me siento orgulloso y España tampoco se siente alegre cuando recuerda esto. Fuimos estúpidos y arrogantes. La verdad es que decir “lo siento” no alcanza a cubrir todo el daño -
- Entonces ¿por qué siguen haciendo lo mismo ahora? -
- ¿De qué hablas?-
- De ni una mierda. Me está doliendo la cabeza -
- ¿Vas a decirle esto mismo a Antonio? -. Levanto la vista y contemplo a Francis. Sé que Antonio ha cambiado con el tiempo y que a lo mejor entendió lo que me hizo, pero yo no puedo perdonarlo ni ser racional con él. Parece que Francis lo capta, porque añade- A Antonio le sería útil escucharte antes de que descargues tu rabia sobre él de forma física. A ti te haría mucho mejor-
- No sé, weón. No sé ni siquiera si le diré "hola" antes de reventarle el hocico a cachos-
- ¿Qué te hizo, Manuel? ¿Qué es lo tan terrible?-
- Me humilló y arrebató de mi alma la capacidad de confiar en alguien más. Gracias a él aprendí que hay gente con las cuales las palabras no sirven. Lo odio con todo mi corazón y siento que ahora que llegué a los 200 es mi deber cobrarme en parte la mierda que metió en mi pecho-
¡Me va a explotar la cabeza!
- Me voy un ratito a la chucha- Anuncio, encendiéndome otro cigarro - Gracias por el café y nos vemos por la noche. Dile a ese weón de Antonio que no me compro su carita de niño sano y alegre-.
¿Que qué me hizo? ¡Me sacó un pedazo de alma! esa weá me hizo Antonio.
- Tú no serás así, tienes que aprender a respetar y ser obediente...-
Fue la primera vez que me ató a una estaca y me azotó, tratándome como el esclavo que siempre fui para él. Tomó un rebenque trenzado y abrió la carne de mi espalda con movimientos precisos. Las veces que me peleé con Mapuche fue cara a cara (que perdiera es otro tema) por lo que no estaba familiarizado con ser atacado por la espalda y menos amarrado. Y todo se redujo para Antonio a "ser educado y obediente". Hay días en que en la soledad de mi campo, cuando retumban los ecos de esos golpes, se me recogen la piel de espanto y el olor metálico de mi propia sangre me hace vomitar de dolor y vergüenza.
- Benjamín... - Murmuró en mi oído cuando se le agotó el brazo por el esfuerzo - No vuelvas a obligarme a disciplinar tu insolencia de esta manera tan brutal. Me duele porque eres una persona muy querida, tu rebeldía debe terminar ya, eres mayorcito como para pataletas de esta índole. No vuelvas a obligarme, porque la próxima vez no seré tan amable contigo - De forma inesperada, pasó una de sus manos por sobre mis heridas y luego rozó con sus yemas rojas mis labios - Me gusta tu mirada ahora mi querido Benjamín, me hace creer firmemente en que esa voluntad bien dirigida obrará maravillas en nuestro futuro. Honra a tu hermano mayor y sé bien portado, como el Señor nos lo pide -
- Eres un animal... -
- ¡Shhhh!... - retomó la palabra pegado a mi oído de nuevo - Olvida las palabras de Francis, te llevarán por un mal camino, hermanito. Nunca permitiré que te entregues al libertinaje, eres el único hermano por el cual volvería una y otra vez. Te quiero demasiado como para permitirte un carácter disipado -
Esa tarde conocí el odio en toda su magnitud. Estuve atado por horas a la estaca, hasta que Mapuche se deslizó entre las sombras y me descolgó para ponerme unas cataplasmas.
- Huinca maldito, tiene alma de gualicho dentro - Rezongaba Mapuche mientras me curó - Adora hacer esto con nosotros y ahora lo ha hecho contigo también, Chile -
- No me quedaré de brazos cruzados. Dice que lo estoy obligando a hacerme estas cosas-
- El huinca es el mal, Chile - Entonces no tenía muy claro el hecho de que "Huinca" también me incluye.- Pillán dice que es el momento propicio -
- Lo sacaré de aquí, así me cueste la vida. Es mucho el abuso ya. Me eduqué todo este tiempo porque creí que algo tenía en la cabeza para entenderme, pero me quedó claro que llegó el momento de sacarlo de esta tierra a puñetazos. Me voy a vengar por todos los azotes que ha recibido la hierba desde que el primer español pisó las montañas -.
Pasan las horas con lentitud inusitada contradiciéndose con la rabia que se reproduce más y más rápido en mi corazón. Siglos de vejación, siglos de extermino, siglos y más siglos que cargo en la espalda junto a esta obsesión. Tal vez los míos se han olvidado de lo que sucedió, dejándole a los libros de historia el peso de la conquista, la reconquista y el intento de conquista otra vez en esos años, pero para mí es imposible desprenderme de esta rabia, me ha dominado por demasiado tiempo. Es un hábito.
Sé que Francis se siente culpable, sé que era más joven y más tonto, condición que no exculpa sus acciones, sólo las agrava. Quizás debiera hacer caso y dejar que esto se vaya, total ha pasado tanta agua bajo el puente…
Y cuando pienso en esto cada vez, las cicatrices que me hizo España rebullen en mi cuerpo para impedirme olvidar. No debo olvidar, quiero una explicación, quiero una disculpa, quiero comerme sus ojos para que sienta una décima del dolor que me regaló tan generosamente.
He enloquecido, España me volvió loco, España me confundió, me hizo sentir menos que las sillas de su casa. Todo es su culpa, su maldita responsabilidad. Mi celular suena; es la jefa que me pide que vuelva a la casa de Antonio para terminar con las actividades del día. Mi momento está llegando, me tiemblan las piernas como en aquella ocasión cuando la muerte me hizo danzar su macabra melodía tan cerca de mi felicidad.
- Relájate Manolito-. Susurra en mi oreja Francis con su acentito juguetón tras recibirme en la entrada de la casa de Antonio – Ahora vamos a cenar y entonces quedarás a solas con Antonio. Sé educado y sonríe para que los demás no noten tus intenciones-
- ¿Qué pasará con los demás?- Después de todo es una reunión internacional o como sea que se llamen estas cosas estúpidas.
- Ya me encargué de eso con mi embajador aquí. Antonio y tú se quedarán solos en este lugar y podrás hacer lo que gustes –
- ¿Porqué estás haciendo esto? – Le pregunto sorprendido- Eres conciente de que quiero matarlo ¿verdad? –
- Soy más conciente de cuánto ha deseado Antonio volverte a ver – Me contesta enigmáticamente – Después de todo siempre has sido el hermano por el cual está dispuesto a regresar mientras viva –
¡Cómo odio esa frase! No sé qué interés tiene en mi España, pero es cierto; me conquistó, me reconquistó, volvió a intentarlo siendo yo independiente y ahora ejerce su poder económico sobre mí; me cobra la luz, me cobra el agua, me visto con su ropa, jamás se me quitó el vicio de ir a misa y hablo su idioma. Es como una obsesión…
Ambos estamos obsesionados con el otro.
Sonrío ante este pensamiento.
Todo acontece como me lo ha anticipado Francis; cenamos, conversamos y el embajador de Francia invita a los presentes a una recepción en su embajada. Entusiasmados, ninguno nota que yo me voy quedando atrás así como yo no me doy cuenta de que Antonio camina a mi espalda.
La puerta se cierra tras Colombia. Estamos solos porque Antonio despidió a los empleados temprano y él entonces se acerca a mí y me sonríe de forma alegre, abierta.
- Francis dijo que querías hablar conmigo, Benjamín. Hace años que quiero verte y abrazarte- Comenta como si esto fuera una reunión social.
- NO me toques. Yo no vine a wear –
- Lo sé- Replica con su incongruente sonrisa en la cara y sus brazos estirados ¿Está burlándose de mí este weón?
Aprieto el puño derecho dentro del bolsillo de mi chaqueta. Tras la larga espera, Antonio está a mi merced. Haré que España se arrodille tal y como él me obligó a rendirle honores:
A golpes.

3 comentarios:
Awesome!!! *o*
Para ser un Chile que se queja de no tener identidad, la verdad es que lo hiciste perfectamente bien caracterizado ;). Me encantó la relación con la Gordis y las aluciones históricas son simplemente perfectas. Por lo general acostumbro a buscar citas de mis partes favoritas y comentar sobre ellas, pero si hiciera eso terminaría citando el fic entero xD
Gracias por el excelente capítulo. Estaré esperando el épico cachuchazo k le va a llegar a Españá xDD
Muchas gracias, la verdad es que tu comentario nos dejó heladas, no sabíamos qué responder =)
Ya está disponible el capítulo dos
Me gusto bastante,se agradece un montón ese tipo de iniciativas, lastima que el tiempo para leer sea tan poco =(
Te animo a que continúes =D
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